Hoy ya puedo recordarte y no sentir dolor, esa sonrisa casi mata mi mundo y hoy es en lo que mas pienso ¿sera el ciclo de la vida que resume lo que paso?como nube te me ibas y nada mas te alcanzo.¿que hacer?¿que decir? si a vos te gusta huir con oídos sordos que no escuchan menos reclamos dolorosos que no debería yo sentir. tarde descubrí que lo único verdadero para decir era: chau adiós, vida mía, cuando puedas vuelve por mi.
una mera despedida de la cual también perdí.
una mera despedida que jamas te di.
Chau, adiós vida mía.
chau, adiós vida mía.
Cuando quieras y no en otro momento
cuando quieras vuelve por mi.una mera despedida de la cual también perdí.una mera despedida que jamas te di.Chau, adiós vida mia.chau, adios vida mia. Cuando quieras y no en otro momento cuando quieras vuelve por mi.una mera despedida de la cual también perdí.una mera despedida que jamas te di. Chau, adiós vida mía. Chau, adios vida mía. Cuando quieras y no en otro momento cuando quieras vuelve por mi.
El diccionario de la real academia española define a anacoreta como "persona que vive en un lugar solitario, entregada a la contemplación y a la penitencia". Si bien no soy esa persona porque este termino nace con un trasfondo religioso; ademas vivo en sociedad, quise aplicar lo anacronico a mis pensamientos. pensamientos solitarios, diferentes a los de esta época, pensamientos q llevan a la contemplación y a la penitencia(propia).Es decir refractan mis ideales.
pensamientos libres, internet como herramienta y no como arma.
sábado, 16 de febrero de 2013
martes, 12 de febrero de 2013
La revelacion del viejo yo.
Era una tarde de verano, nuevamente una ola de calor azotaba
a la población de buenos aires. Iba caminando por la calle, eran
aproximadamente las tres de la tarde, el sol en su máximo esplendor me pegaba
de lleno en la cabeza. No había ninguna otra persona, no se escuchaba ni se
veía ningún pájaro, ningún perro o ser viviente. Claro, pensé ¿Quién andaría
caminando con casi 50º de temperatura? Si hasta se decretó un feriado para
evitar que la gente salga con este calor.
Empecé a sentir como se me iba pegando la remera al cuerpo
debido a mi transpiración, me sentía sediento, y tenía un fuerte dolor de
cabeza. Decidí apurar el paso, pero luego desistí, ya que a cada paso que daba
sentía una puntada sumamente dolorosa en el lado izquierdo de mi cerebro. Doble
la esquina y vi casi al final de la cuadra mi casa. Una sensación de alivio me invadió,
solo un poco más, me dije, y aunque era solamente media cuadra sentí que la
distancia se triplico. Al llegar saque las llaves de mi bolsillo y abrí la
puerta. Al mirar para adentro me lleve una gran sorpresa, todo estaba distinto,
por fuera mi casa era igual, el jardín, mis plantas, el verde césped, todo tal
cual lo recordaba, pero traspasando esa puerta era otro lugar, mi hogar no
existía, los muebles, los cerámicos del suelo, los electrodomésticos, todo
había desaparecido.
Mi primer pensamiento fue que estaba en la casa equivocada, así
que verifique que ese pensamiento no sea cierto y me resolví a entrar. El suelo
era totalmente negro, al mirarlo tuve una sensación de vacío indescriptible,
como si me encontrara mirando el vacío del cosmos. Ese suelo transmitía una
sensación de tranquilidad y soledad, pero también se sentía agradable estar en él,
se sentía la energía del mundo subiendo a través de mis pies. Y a cada paso que
daba aparecía una aureola blanca que
daba la sensación visual de ser liquida
y se difuminaba al levantar el pie. En las paredes había pantallas,
cientos y miles, sería imposible determinar la cantidad, desde el comienzo
hasta al final toda la pared estaba cubierta por ellas, tenían aproximadamente
10 cm de alto por 10 cm de largo. Desde afuera antes de entrar no las note,
porque parecían pequeños mosaicos que cambiaban de forma y de color. Pero
cuando los vi de cerca vi lo que eran en
realidad, fragmentos de mi vida, pequeños momentos que al terminar volvían a
comenzar, como si fueran un diario visual reflejando mi vida. Ahí estaba yo, de bebe en
brazos de mi mamá. De niño tal vez unos siete años, jugando al futbol con mi
hermano, también mi primer beso, con mi cara de nerviosismo.
Mientras miraba muchos de esos videos uno en especial llamo
mi atención, sin saber porque, me acerque y toque la pantalla con el dedo
índice, tal vez porque me sorprendió quien estaba allí. Al tocarla, la pantalla
reacciono y comenzó a agrandarse y el resto a achicarse hasta quedar casi de
dos metros de alto y de ancho. Comenzó a reproducir el video desde el comienzo,
en él estaba yo apoyado en una columna de un colegio observando de lejos a una
chica, tras unos segundos el yo de la pantalla se fue y note que la chica que
yo observaba me miro irme y su semblante se entristeció. Ella se encontraba
rodeada de sus amigas y al verme ir les pregunto ¿algún día se atreverá a
hablarme? tras esto la pantalla volvió a su tamaño original al igual que el resto
y yo me quede pensativo. Quede de esa forma porque hasta no ver eso no entendí
que la chica de la cual estuve durante tanto tiempo enamorado también lo estaba
de mí. Me sentí triste, tantos años la desee, tantos años soñé con sus besos y
no los tuve no porque no podía conquistarla como yo creía, sino por miedo,
miedo al rechazo, al fracaso y entendí que realmente nunca lo había intentado
seriamente.
Mientras seguía hilando pensamientos, una mujer apareció. No
vi de donde vino o si se materializo en el lugar, pero ahí estaba. Nos quedamos
unos segundos en silencio observándonos y fue ella la primera en hablar, lo
hizo con una voz dulce y melodiosa, casi parecía que cantaba al dirigirme la
palabra.
Lean ¿Qué haces aquí? No debías llegar aun. No supe que
contestar y dije lo primero que se me cruzo por la mente, simplemente entre por
la puerta. Ella sonrió y continuo: debes estar en la plenitud de tu vida, esta
es la entrada al cielo. Tú has muerto. No debería ser así.
Extrañamente esta noticia no me pareció mala, sentí que era
algo normal. No era algo sorpresivo el hecho de estar muerto. Como si yo sabía
que eso ya había pasado.
¿Por que no debería estar muerto? Pregunte.
Tu amado mortal, tienes una larga vida, mueres de
viejo, ven conmigo veremos porque se te
ha adelantado.
A medida que íbamos caminando la sala se iba alargando y en
las pequeñas pantallas yo iba creciendo en edad. Vi una imagen en donde usaba
lentes que me hacían parecer mucho más intelectual, en otra me vi tomado de la
mano, riendo a carcajadas con una mujer que aún no conozco. Pero no puedo
recordar mucho más ya que al caminar era como si mí mirada periférica disminuyera
y tampoco tenía la capacidad de enfocar y comprender bien las imágenes que
veía. Al frenar, ella se acercó a una pantalla y la toco suavemente, esta se amplió
y reprodujo lo que yo había hecho tan solo unas horas antes. Iba caminando bajo
el rayo del sol yendo para mi casa tal como lo hice ese mismo día pero en vez
de entrar a mi casa y descubrir la entrada al cielo, en el momento que yo
colocaba las llaves en la cerradura me desmayaba y al caer golpeaba mi cabeza
con una maceta.
Tuve una sensación de pánico, esto no puede ser cierto le dije
con lágrimas en los ojos. ¿Ese fue mi fin? ¿ que pasara con mi familia?
Descuida contesto, tu no mueres aun, ya te lo eh dicho. Es
decir mueres, pero tan solo unos segundos, el tiempo aquí transcurre de otra
forma, aún no ha pasado ni un segundo en el mundo. Pero puedes volver. Yo soy
quien controla el curso de tu vida y mi misión es hacer que tu destino se
cumpla. Hasta el momento lo que estas pantallas me mostraban era una vida muy
distinta al destino que tú tienes. Este puede ser el quiebre que estaba
esperando para cambiar tu vida y lograr tu destino. Cuando dijo esto, todas las
pantallas se pusieron en negro similar al del suelo y la habitación quedo a
oscuras. De repente una puerta iluminada apareció a mi derecha, la dama ya no estaba
y yo comprendí que debía entrar. Al traspasarla aparecí en el patio de
una casa que no conozco, esta tenía mucho césped verde bien cuidado y un bello
paisaje de montañas de fondo. Había también una mesa con dos sillas y en una
estaba sentado un anciano que me resultaba muy familiar.
Hola ¿Cómo está? Le dije. Y el al verme puso una cara de
sorpresa muy expresiva y dijo más para sí mismo que para mí ¿con que hoy
es ese día?¿así que es hoy?
¿de qué dia habla?
Pregunte, a lo que el largo una sonora risa como reacción.
Al callar me invito a sentarme diciendo que me iba a contar
una historia. Una vez sentado comenzó:
Es tan raro el tiempo, no logro comprenderlo. Mi nombre es
igual al tuyo, yo soy vos y vos eres yo. Soy tú futuro y tú mi pasado. A tu
edad me desmaye y morí unos segundos, tuve un sueño muy real, en el veía unas
pantallas, vi a una hermosa mujer también, y traspase la puerta al igual que vos. al pasar por esa puerta me encontre conmigo mismo pero ya de viejo. Hizo un silencio y trago saliva, para reflexionar en como decir lo que quería
decir y asegurarse de que yo comprenda lo que él me decía y prosiguió: solo hubo una diferencia, yo a diferencia de ti encontré a
un viejo muy distinto del que soy yo ahora. El lugar donde lo encontré era
distinto, no sé dónde es, solo sé que no tiene ese bello paisaje al fondo y que
su casa estaba igual de abandonada que él, recuerdo el pasto largo, botellas y
desechos por todos lados. Él estaba demacrado, sus ropajes andrajosos y olía a
rancio. El me hablo de su vida al verme, también me invito a sentarme como yo
lo hice contigo. No quiero contarte mucho detalle de que es lo que me dijo
porque aun hoy después de tanto tiempo, sabiendo que ese futuro no se cumplió
para mí, me pongo triste de pensar que ese ser soy yo y que en alguna realidad
alterna existe. Ese anciano, me contó de
lo pobre que fue su vida, siempre victimizándose y hablando de cómo le habían
fallado las personas a lo largo de los años, de cómo tuvo que soportar las
penurias de un trabajo que no disfrutaba, de cómo enfermo y sufrió los dolores
de una enfermedad crónica y de por
vida. De cómo decidió no traer hijos al
mundo para que no sufran la crueldad del mundo. En fin, a lo largo de todo su
relato comprendí que ese viejo seguía siendo igual al niño que vimos en el vídeo mirando a esa niña sin atreverse a actuar por miedo al fracaso. Al
escucharlo comprendí que al tener miedo no actuó y cometió ese mismo error una
y otra vez condenándose así mismo. Entendí que por temor se perdió de vivir.
Hoy al verte aquí puedo dar fe que pude cambiar eso. Luego
de mi charla con mi yo viejo, desperté en un hospital habiendo tenido el sueño más
real de mi vida, gracias a esto compruebo que no fue un sueño, pero en ese
momento jure que no dejaría que mi futuro sea tan ruin y que vencería ese miedo cueste lo que
cueste.
¿Cómo lo has cambiado? Lo interrumpí, a lo que el contesto;
no te diré nada porque lo que te presento aqui son dos posibles futuros tuyos, ambos eres tu, ese viejo ruin o yo. tu elijes como llegar a esta edad y como vivir tu vida. si te digo como viví mi vida, le quitare la
espontaneidad a la tuya y a los momentos mágicos que sé que vos vas a
lograr obtener. Puedo decirte, que
fui y soy muy feliz, que encontré una mujer a la que amo profundamente, que
tengo hijos y nietos también felices.
En ese momento comprendí que se me estaba dando una segunda
oportunidad para vivir, que estaba teniendo una revelación, una ventaja para obtener la felicidad, una ventaja para elegir quien ser. entendí que era yo quien decidía de qué manera llegar a viejo.
El, entendiendo que pensamientos pasaban por mi cabeza me dijo:
tu contaras esta historia nuevamente algún día, ¿Qué historia prefieres contar
a tu yo joven cuando llegue el momento? Solo depende de ti. Y diré algo que no
viene a colación pero que te ayudara en el momento adecuado, tardé años en
descubrirlo, tiene cosquillas si le das besos en la nuca.
Cuando abrí la boca para preguntarle a que se refería con
eso de las cosquillas porque era un dato fuera de la historia involuntariamente pestañee y cuando abrí los ojos nuevamente , estaba en la camilla de un hospital.
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